jueves, 23 de febrero de 2017

Convivencia Murcia ( 17-19 de febrero)


¿Que cómo resumiría la convivencia de Murcia en una sola palabra...? Gustazo

Todo empezó el viernes por la mañana, teníamos fiesta así que era un punto más a nuestro favor para pasar un día más en Murcia. Estuvimos todos preparados con más o menos dificultades para meter las maletas en el coche y salimos. El trayecto fue normal, Juan Belizón nos animaba el viaje para que no nos durmásemos, paramos en una gasolinera e hicimos lo que siempre hacemos, pelota de fútbol y a darse pases. Después de repostar, llegamos a un pueblo del que casi no salimos por el mercadillo que había. En ese mismo pueblo, fuimos a un parque un poco más alejado y comimos. Jugamos al frontón en una pared para profesionales y Peter Sibondo y José María de la Chica nos barrieron dejándonos, aparte de dolor en las manos por golpear la pelota, por los suelos. Nos montamos en el coche y proseguimos hasta llegar a nuestro destino: Murcia. Nos alojamos en el club Ribera, el cual fueron todos muy serviciales prestándonos una sala para dormir y la cocina. Jugamos un partidito en una pista de fútbol sala cercana al club.

Cenamos, cada uno, sus manjares traídos de casa y que a cada uno, su madre o su padre les había dicho que no podía sobrar nada, cosa que con gusto hemos cumplido. Rellenos de alimentos, nos pusimos a ver una serie con los chicos que allí había en el  club en esos momentos. Habiendo terminado la serie y hecho el examen, la tropa nos dispusimos a dormir cosa que al parecer no iba con Juan que estuvo mareando la perdiz hasta que se decidió a ponerse en condiciones de meterse en el saco. 

Después de que Juan se decidiera a silenciarse y encima, a decir con tono serio y firme que nos calláramos (después de todo el karaoke que nos había montado), a la mañana siguiente era difícil que alguien se moviera. 

Desayunamos después de Misa y nos dirigimos rápidamente hacia una playa conocida por José María. Vimos los famosos "castillitos" atravesando unos puertos de montaña mientras que Juan discernía el por qué David nos había llevado por tales sitios. Después de nuestra visita cultural, comimos en la playa, en la que algún valiente(vale, sólo José) se atrevió a meterse. Volvimos a Ribera y nos invitaron a unirnos a su plan de meditación y fútbol. 

En el fútbol demostramos que tenemos buen equipo para el próximo Enjuve. A los dos clubes, nos dividieron en dos equipos, en unos estaban José, Peter, Samuel y Juan. En el otro Álvaro, Luis y Miguel. El ganador? El primer equipo, en los penaltis... Pero fue un partido agotador para nosotros en el que el segundo equipo demostró que Cyara era buena competencia porque los que metieron los 3 primeros goles éramos los madrileños. El primero Miguel, con un golazo desde la frontal del área, el segundo Álvaro, quien regateando a toda la defensa, finalizó perfecto y el tercer gol, Luis, que regateó, se cometió falta sobre él, la cual transformó con la pierna izquierda de manera sublime. Quedamos fundidos pero la ducha nos sentó muy bien así que volvimos y cenamos como lobos con el hambre feroz que teníamos. Jugamos a un juego de mesa y a dormir, esta vez costó menos, obviamente. 

Y el domingo por la mañana, un buen desayuno, Misa y viaje de vuelta, musiquita y recuerdos que nunca olvidaremos de semejante buena compañía

No hay comentarios:

Publicar un comentario